Es una pena que lo que motive estas palabras que escribo hoy sea una queja, una objeción si se quiere. Hace unos pocos días sintonicé el canal FX y de casualidad estaban pasando un capítulo de Bones, una de las favoritas del Comisario Lobo. Todo iba bien hasta que uno de los actores habló... ¡en castellano! No entraba en mis cabeza que alguna mente macabra decidiera doblar al español una serie que jamás se había visto en este formato, pero así era, y de repente David Boreanaz se encontraba diciéndole a su co-protagonista simplemente "huesos". Como si fuera poco, con el correr de los días me di cuenta con horror que esta nueva modalidad se convertiría en algo recurrente, ya que desde ese momento, absolutamente todas las series comenzaron a pasarse en castellano, y en ejemplos como Padre de Familia, las versiones en inglés (las originales, después de todo) dejaron de tener cabida. Este episodio me lleva a lo que quería expresar en este breve texto. Todavía no encuentro una razón por la que mucha gente disfruta más ver las películas o las series dobladas al español. Para cualquiera que se considere al menos simpatizante del cine esto debería ser inaceptable. En un principio porque ya el concepto de originalidad se pierde en gran parte si en vez de escuchar a Jim Carrey, escuchamos al mismo actor de doblaje que solía hacer la voz de Gokú (y esto es cierto). Tampoco el sonido del ambiente de la película es el mismo si hay otra pista de voces encima. De esto último no estoy seguro que sea así, sin embargo. Y como otra desventaja de los doblajes tenemos aquellas distracciones que suelen suceder cuando vemos una película, que tal vez no nos dejan escuchar bien un diáologo. En películas subtituladas tenemos la oportunidad de captarlo, porque la escritura se mantiene un segundo más, evitando este tipo de problemas. Con las series pasa lo mismo, ¿realmente alguien disfrutaba viendo en Telefé a La Niñera (no el adefesio de Florencia Peña, sino la original -que tampoco es la gran cosa-) con esas voces dobladas? Seguramente que sí, pero es algo que sigo sin entender. Cada voz tiene sus particularidades, cada actor imprime con esas voces sus características y hacen especiales a los personajes que encarnan. Créanme que escuchar la inconfundible voz de Morgan Freeman es un placer muy poco valorado. Y ésto no sólo se aplica al inglés, sino que preferiría ver una película en su idioma original cualquiera que fuese, sin importar si es japonés o árabe. Por eso aplaudo lo hecho por Mel Gibson en "La Pasión de Cristo", donde respetó el idioma original de la época, el hebreo. Como último comentario, me gustaría aclarar que también hay doblajes que valen la pena, y si tuviera que elegir dos cosas que a menudo prefiero ver en castellano serían Los Simpson (más por una cuestión de nostalgia y de acostumbramiento), al menos hasta la temporada 13, y las películas de Disney, que por lo general disfrutan de doblajes a la altura de las circunstancias. Aunque también debemos recordar esos horribles doblajes hechos hace algunos años por actores argentinos (por ejemplo en "Chicken Little"), caracterizados por un innecesario voseo. ¿Se acuerdan de eso? Mejor no hablar de ciertas cosas...
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